Aunque recién se están terminando de comprender las tendencias que marcan a la generación Z, ya está en gestación un nuevo estrato demográfico que se espera llegue a revolucionar la forma en que la población se relaciona con su entorno, se trata de la generación Alfa y son quienes van a definir el futuro de las ciudades del siglo XXI.
Se trata de las personas nacidas entre 2010 y 2024, un sector de la población que al ser nativo de las herramientas digitales, se caracteriza principalmente por una cercanía a la tecnología sin precedentes; al menos en Chile, más del 90% de los niños de 13 años ya cuenta con un teléfono celular.
También se destacan por ser personas altamente preocupadas por la salud mental y las problemáticas sociales. Se estima que un 96% de los ‘Alfa’ de entre 7 a 9 años cree que todos deberían ser tratados de forma justa, independiente de su apariencia, y un 67% de ellos quisiera trabajar en una carrera que les permita salvar al planeta.
Ya que la generación Alfa es una que vive en un periodo de fuerte progreso a nivel tecnológico y social, se espera que sus preocupaciones sean determinantes en el desarrollo de las urbes del futuro, y es por eso que las proyecciones indican que estos serán los tres ejes que transformarán las ciudades del siglo XXI:
Una de las prioridades de la generación Alfa será contar con espacios que propicien su bienestar mental, físico y espiritual. Esto va en línea con los estimados que indican que las ciudades del futuro darán espacio a mejor movilidad, más participación social y mayor accesibilidad a servicios básicos.
Así mismo, la tecnología será aplicada para diseñar un sistema de salud inteligente, enfocado en la prevención y la intervención temprana. Todo esto, desde una perspectiva inclusiva, donde las personas tengan igualdad de oportunidades para alcanzar el bienestar.
La generación Alfa será una de las primeras en ser testigo del impacto concreto que tendrá el cambio climático y como tal, buscará soluciones robustas para hacerle frente. Esto se verá reflejado en ciudades que utilicen las herramientas digitales para optimizar sus recursos, dando prioridad a tecnologías más limpias: para el 2030 se espera que los vehículos eléctricos compongan el 32% de las ventas del mercado automovilístico.
También es de esperar que las ciudades adopten la economía circular y la producción local, poniendo énfasis en compartir, reutilizar y restaurar los recursos para prevenir su desperdicio.
La generación Alfa verá la integración de la tecnología en todos los niveles de la vida cotidiana. Por un lado, los trabajos se transformarán adoptando modelos de innovación que combinen herramientas físicas y digitales. También se espera que experiencias como visitar un museo se vuelvan mucho más inmersivas gracias a la tecnología.
Además, las ciudades comenzarán a utilizar tecnologías de automatización para diversas tareas municipales, lo cual se hará posible gracias al desarrollo de la inteligencia artificial.
A través de la historia, el entorno se ha adaptado a las necesidades de quienes lo habitan y es claro que las expectativas de la generación Alfa proponen transformar las urbes en beneficio de las personas, el planeta y el progreso.
Esta es una tarea cercana a la visión de Exxacon, una inmobiliaria que busca generar espacios habitables y conscientes de su entorno para ofrecer lo mejor de vida citadina a sus clientes, potenciando el diseño inteligente.